Tras 14 temporadas en primera división, el Club Atlético Osasuna descendió a segunda tras una temporada en la que el Sadar había presenciado la contundente victoria ante el Atlético de Madrid y empates ante Barsa y Madrid. El equipo rojillo empato en la penúltima jornada ante el Espanyol y dejo de depender de sí mismo. Pese a la victoria en la última jornada ante el Betis, los resultados de el resto de partidos no acompañaron a los nuestros.
En una tarde trágica la cual marca el inicio de la etapa más negra en la historia del club. Directivos imputados, salida de futbolistas, deudas y un largo etcétera que ensombrecía la imagen del club. Esto no lo fue todo pues los asuntos extradeportivos, afectaron al entorno deportivo. Los resultados no llegaban, la falta de victorias hizo que 3 entrenadores pasarán por el banquillo rojillo; pero no fue hasta la llegada del tercero cuando el equipo comenzó a resurgir. Enrique Martín Monreal cogía al equipo a falta de 6 jornadas.
En la primera "final" que afrontó el equipo consiguió una victoria por 2 goles a 0 ante el Mirandes en el estadio El Sadar, la cual hizo soñar a los seguidores rojillos con la permanencia; los cuales aunque el equipo estuviera en una mala situación, nunca lo han dejado solo. El siguiente partido el equipo saco un punto en Valladolid. La peor marca se registro en el tercer partido en el que Las Palmas se impuso 2 goles a uno en el Sadar. En la visita al Leganés tan solo nos llevamos un punto. Los resultados no acompañaron demasiado al equipo y se veía obligado a ganar los siguientes partidos. En el penúltimo partido del campeonato, ultimo en casa. El Sadar estaba a rebosar e iba a ser una tarde para soñar, la afición hizo como siempre, su papel de jugador numero 12, mientras los jugadores se dejaban la piel en el terreno de juego, consiguiendo dos goles vitales.
Aún no estaba todo decidido puesto que tan solo se necesitaba un punto para continuar en segunda un año mas. Eso de rendirse para Osasuna y su incondicional afición, no existe. Así que más de 3.000 rojillos se desplazaron hasta Sabadell acompañando al equipo en su última y definitiva batalla de esta temporada. Pese a ir perdiendo por dos goles a 0; la Nova Creu Alta se convirtió durante el encentro en el Sadar. Con la confianza de los aficionados a pesar de la cuesta arriba del partido, dos goles en los últimos minutos (min. 76 David García y min. 90 Javier Flaño) sentenciaron el encuentro obteniendo el punto necesario para la salvación. Convirtiéndose este echo en el segundo milagro de Martín, puesto que en la temporada 1996-1997 salvo al equipo del descenso a 2ºB a falta de 5 jornadas.
Sabadell fue un punto de reflexión y fidelización para el Osasunismo. A partir de aquello el Club a luchado por volver a sus orígenes, a tirado de Tajonar sacando grandes jugadores, un equipo competitivo con ambición, luchador y rasmia. La convinación de jugadores jovenes y veteranos le a funcionado a Martín que está haciendo una temporada de en sueño. Con casi toda la primera vuelta estando entre el primer y segundo puesto.
Actualmente la permanencia ya esta asegurada y se respira con tranquilidad aunque como el mensaje que nos trajo Rojillo (mascota del club) quiero volver- iztuliko nahi dut; todos deseamos volver al lugar donde nunca debimos irnos. Y en estas últimas jornadas de competición al igual que años anteriores lucharemos por alcanzar nuestra meta, aunque sí este año por fín no estaremos angustiados por las permanencias in extremis. Muchos no creyeron en nosotros, muchos se fueron y abandonaron el barco medio undido; pero los fieles ahí estuvimos reflotando el barco Pasan los años y seguimos aquí porque somos Osasuna y esto nunca va a morir
VOLVEREMOS....!!!!!
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